¡No sin mi bici! Los beneficios de andar en bicicleta
Se trata de una actividad cardiovascular que ayuda a aumentar la capacidad pulmonar, disminuye la presión sanguínea, mejora la circulación de la sangre y aumenta el metabolismo basal, lo que ayuda a mejorar nuestra resistencia y nuestro estado de salud. Además, y esto es algo más obvio, el trabajo muscular de piernas, caderas y abdomen, por lo que su práctica nos permite quemar grasa tanto localizada como general y estilizar la figura.
La bicicleta está indicada para todas aquellas personas con problemas articulares o ligamentosos, con signos de artrosis, desviaciones en los ejes de las piernas o alteraciones al caminar.
Un ejercicio apto para todo el mundo
La bicicleta es un ejercicio apto para todos los públicos y con resultados visibles a corto plazo. Pero igual que en cualquier actividad deportiva, debemos tener en cuenta algunos detalles. Uno de los requisitos para usar la bici de forma adecuada es colocar la altura del asiento en la posición correcta. Cuando el pedal está abajo, la pierna debe quedar extendida, pero sin llegar a tensar completamente la articulación de la rodilla. Este pequeño detalle es muy importante si queremos evitar dolores articulares.
Otra característica positiva de ir en bicicleta es que podemos añadirlo a nuestra vida cotidiana sin necesidad de modificar demasiado nuestros hábitos. Por ejemplo, podemos ir al trabajo o a la compra en bici, lo que va a representar un buen ejercicio aeróbico o anaeróbico, en función de la resistencia y la frecuencia con la que queramos trabajar. Como toda la actividad física, montar en bici también segrega endorfinas, lo que genera optimismo y una actitud más vital y positiva. Así que ya sabes, ¡incopora la bicicleta en tu vida!